A un hombre le fue regalado un perro, a
quien amaba enormemente, este perro acompañaba al hombre a todos lados, pero el
hombre no le podía enseñar ningún truco útil para la vida cotidiana. En vez de
cualquier truco el perro simplemente se sentaba acompañando a su amo en todo
momento posible.
Un día este hombre llevo a su a perro a un
avión privado, y mientras volaban sobre las montañas, los motores fallaron causando
un trágico accidente. El hombre callo agonizante, pero no podía pensar en sus
heridas, el solo podía pensar en su siempre fiel perro “Estará vivo” “Estará bien”. Entonces pueden
imaginar la tranquilidad del hombre cuando el perro se acerco trotando y postro
a su lado.
Después de una hora el perro empezó a
comer el brazo del hombre a lo que este reacciono así “Menos mal, uno de los
dos no se morirá de hambre”.
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